Una redacción ajustada a tu estilo te ayudará a conectar mejor con la audiencia. Pero no lo confundas con redactar para ti, porque tiene un efecto contrario.
Lo cierto es que hay una delgada línea entre redactar siguiendo un estilo propio y la auto-indulgencia.
De hecho, es uno de los obstáculos a los que todo redactor se tiene que enfrentar cada vez que escribe.
Pero es muy importante contar con estilo propio, y estos consejos te ayudarán a conseguirlo.
Escucha al público
Elige lo que vas a redactar teniendo en cuenta en quién quieres atraer.
El objetivo es mostrar a tu audiencia potencial que está en el sitio adecuado.
Si te centras en ti, acabarás creando una barrera que te impida ver de verdad lo que quiere el público.
En lugar de ello, fíjate en los comentarios, las preguntas y conversaciones que comparten en tu blog, redes sociales o allí donde se hable de tu contenido.
Cuenta tu historia
A la gente le gusta mucho leer cómo has llegado hasta donde estás.
Esta idea se traduce en información que puedes transmitir y crear expectación a tus lectores.
Explica cómo has llegado hasta donde estás, y qué te motiva a compartirlo justo en este momento.
El resultado será una historia personal, pero no condescendiente.
Fija unos límites
Una redacción ajustada a tu estilo tiene que ser auténtica, pero con condiciones. Puedes contar una historia personal sin difundir detalles demasiado impactantes, rayando el chisme.
Antes de desarrollar un contenido, pregúntate:
- ¿Hace falta contar eso?
- ¿Cómo me va a definir si lo comparto?
- ¿Me refleja de modo preciso lo que estoy a punto de publicar?
Revísalo todo muy bien, y si te das cuenta de que has personalizado mucho, no lo publiques. Recuerda: quieres mostrar tu estilo, pero de un modo que interese a alguien más que a ti.
Evita elogiar en exceso o los malos modos
Cuando te explayas en lo mucho que amas u odias algo o alguien, estás desviándote del mensaje que quieres expresar.
Es verdad que algunas personas pueden conectar con emociones de amor y odio, pero individualizar las reflexiones a menudo es inútil, o atrae a un grupo muy reducido.
Puedes expresar gratitud o frustración por algo y tener en cuenta el interés de los lectores a la vez.
Plantea un cambio
Este consejo te ayuda a evitar los extremos de los que acabo de hablar, como caer en el victimismo o hablar de ti como si tuvieras súper poderes.
Cuando cuentes una historia de éxito o de fracaso, busca la manera de que los lectores se beneficien de la historia.
Presenta los hechos de tal modo que la audiencia se sienta impulsada a cambiar contigo, en lugar de afianzarse o atacar un personaje.
¿Cómo saber si caes en la auto-indulgencia?
Lo cierto es que es muy fácil saber si algo se ajusta a un estilo o el contenido es lo más parecido a una carta de amor para ti.
Cuando nos encontramos con un contenido de este tipo, siempre surgen dos cuestiones:
- ¿Dónde se quiere llegar con esto?
- El contenido es repetitivo.
Cuando hayas terminado de redactar algo, léelo en voz alta. Si suena demasiado artificial y que te enrollas sin sentido, uno de los errores que debilitan tu mensaje de los que ya te hablé, estás perdiendo tu identidad por completo.
Identifica estos aspectos antes de publicar si quieres una redacción ajustada a tu estilo.
Hablando de estilo, ¿has definido el tuyo, o necesitas ayuda para conseguirlo? Cuéntalo y lo comentamos.
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